
Si la educación que hacemos en las aulas sólo aspirar a formar ciudadanos preparados para el mundo laboral, correctos conocedores de las normas, derechos y deberes, habremos perdido la batalla de ir más allá de lo convencional. La lucha ha de ser la propensión a la alerta continua, el espíritu crítico, el compromiso y la propuesta de nuevas opciones. El águila sobrevuela el presente y avista lo que debe ser mejorado. No basta con adaptarse al status quo, hay que superarlo. No crear obediencias sino entusiasmos será el objetivo.
Supongo que el espíritu crítico no supondrá ser crítico con el espíritu crítico. (chiste malo)
ResponderEliminar