Si la educación que hacemos en las aulas sólo aspirar a formar ciudadanos preparados para el mundo laboral, correctos conocedores de las normas, derechos y deberes, habremos perdido la batalla de ir más allá de lo convencional. La lucha ha de ser la propensión a la alerta continua, el espíritu crítico, el compromiso y la propuesta de nuevas opciones. El águila sobrevuela el presente y avista lo que debe ser mejorado. No basta con adaptarse al status quo, hay que superarlo. No crear obediencias sino entusiasmos será el objetivo.
1 comentario:
Supongo que el espíritu crítico no supondrá ser crítico con el espíritu crítico. (chiste malo)
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