La película "El show de Truman" de Peter Weir, bien puede ser una escenificación del mito de la caverna. En ella el protagonista es un hombre corriente que vive en una ciudad paradisíaca. Como los prisioneros de la caverna de Platón, Truman nunca ha salido de su lugar natural. Es un vendedor de seguros que vive en una comunidad aparentemente utópica y feliz. Pronto comienza a percibir que hay otra realidad más allá de su existencia, y que lo que él vive sólo es un programa de televisión, una ficción ejecutada por actores...
El protagonista es capaz de detectar el engaño, al final de la película, como veréis en este fragmento, y descubre que era un prisionero en un mundo irreal. Sin embargo se siente libre por primera vez para hacer su vida y encontrar la verdad.
Por otro lado la conversación que en la película "Matrix" mantienen los personajes Neo y Morfeo, no puede dejar de recordarnos los dos mundos platónicos, el sensorial y el real...
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