
Nuestro filósofo de cabecera (ya me habéis preguntado porqué vienen tantos textos suyos en el libro de texto, quizás por lo didáctico que resulta), contesta en una entrevista a cuestiones sobre las diferencias entre los animales y los hombres. Al igual que Cassirer destaca nuestra capacidad simbólica.
Lee el siguiente fragmento y comenta tu opinión al respecto.
Fernando Savater: Sí, Singer critica el especieísmo, que yo sí defiendo. Nosotros, con los animales, no tenemos nada ni personal ni impersonal, ni a favor ni en contra, pero los seres humanos tenemos que tener algo impersonal a favor. La Humanidad no tiene grados. Si la Humanidad dependiera de si uno es negro o es listo... O eres humano o no eres humano. Eso es el especieísmo. Es decir, yo a los seres humanos los trato como humanos porque pueden llegar a serlo, o lo han sido. No los trato como casos especiales que hayan surgido, como el de un nabo que se pusiera a hablar. Los seres humanos están hechos para hablar.
A. E. Sí, pero en todo eso, y como usted sabe, hay muchos y graves problemas contemporáneos. Entre otros, la pregunta que fue la estrella en el World Science Festival, de hace unos meses. ¿Qué es, exactamente, lo que nos hace humanos?
Fernando Savater: La capacidad simbólica.
A. E. Y un bebé, ¿qué capacidad simbólica tiene?
F. S. La que va a tener. Aristóteles, cuando hablaba de la potencia, estaba refiriéndose a eso. La Humanidad no es un programa genéticonatural. La Humanidad es una cosa que nos damos unos a otros. Porque el ser humano nace sin nacer. Tú coges un chimpancé bebé y un niño bebé y lo que te asombra es, desde pequeñito, lo listo que es el chimpancé y lo tonto que es el niño. Pero claro, el chimpancé cuando tiene cuatro años se ha acabado, y el niño empieza. ¿Por qué empieza? Porque cada nacemos dos veces. Una en el útero materno y otra en el útero social. Y ese útero social es el que nos hace humanos. Hay disposiciones innatas. Incluso el lenguaje, de creer a Chomsky. Pero disposiciones que no se cumplen salvo que las active la sociedad. Es decir, por muy innata que sea la capacidad del lenguaje, nadie se pone a hablar en una lengua solo.
Resto de la entrevista
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